La salud y el humor también son escenarios de violencia contra mujer en México: especialistas

En el marco del #25N, El Colegio de México (Colmex) realizó conversatorio para analizar las multidimensiones de la violencia de género

Texto: Natalia Gutiérrez Oseguera

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 25 de noviembre, el conversatorio “Violencia de género en México: Una mirada relacional y multidimensional de sus prácticas, experiencias e interpretaciones” – realizado en la sala Alfonso Reyes de El Colegio de México (Colmex)- mostró el panorama de cómo la violencia contra las mujeres se ejerce en el país e impacta en grupos de la población.

Pilar Vázquez, investigadora del Centro de Estudios de Género del Colmex, aseguró que el espacio doméstico es el espacio donde se generan las subjetividades que abonarán a la desigualdad de género fuera de él; resaltó que la violencia no es abstracta o universal, sino que se origina en las definiciones de lo que significa ser mujer y ser hombre.

“Desde la realidad concreta en que todo el mundo que conocemos está formulado para reproducir la dominación de lo femenino, desde lo sociológico, para subordinar a las mujeres en el sentido del humor, en el conocimiento, en el acceso de la salud y la educación”, consideró. Agregó que a las mujeres no se les reconoce como seres humanos, frente a esa posibilidad de dominación, frente a la definición de ser objetos de violencia.

Por su parte, Mauro Antonio Vargas, consultor independiente, señaló cómo “desde pequeños se reproduce la idea de controlar y dominar”, como la sociedad replica y señala lo que consideran adecuado para un niño o una niña, para que los niños comienzan a percibirse “soy en oposición a lo débil, a lo emocional. Soy distinto a las mujeres”.

Habló de las masculinidades cómplices, que van generando una cosmovisión de dominación: estigmatiza a otros hombres que no son como ellos, desde la infancia, incluso de manera inconsciente, y el resultado es un daño a la expresión emocional.

Jenny Pearce, de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, expuso que la violencia que se ejerce sobre los cuerpos de mujeres tiene potencia, con ello el hombre dice a sí mismo: “estoy mandando un mensaje cargado de significado”.

“Esta es su potencia, lo que dice el cuerpo del hombre al violentar el cuerpo de la mujer, qué le dice a ella, y qué le dice a otros hombres”.

Durante el conversatorio precisaron que en un país con 120 millones de habitantes, hay 30 millones de hijos abandonados por sus padres, es un patrón que habla de lo que pasa con los hombres en la sociedad y cómo esa es una expresión de su masculinidad, junto con la infidelidad, y que ambas expresiones de masculinidad hegemónica, transgreden espacios de interacción social, la casa, la escuela, el trabajo y a los otros sujetos, las mujeres, los niños, las personas de la diversidad sexual, que los habitan.