Mujeres periodistas participaron en panel sobre práctica informativa en Querétaro

Texto: Malú González

Fotos e infografías: Mar Arvizu y Mario Ortega

Entre anécdotas, silencios y risas nerviosas, cuatro mujeres periodistas compartieron sus experiencias y reflexiones sobre el ejercicio periodístico con perspectiva de género: coincidieron en señalar que el Periodismo no solo cuenta historias, también reproduce o desafía estructuras de poder.

Jovana Espinosa Orta, Mariana Chávez Castañeda, Claudia Ivonne Hernández Torres y Diana González Pozos participaron en el panel "Panorama de las mujeres en los medios de Querétaro", organizado por la Especialidad en Comunicación Política.

Claudia Ivonne Hernández contó que, en una entrevista, un político la tomó del brazo y aumentó la presión mientras respondía sus preguntas: “Terminé con el brazo morado, pero tuve mis respuestas”.

Su anécdota expuso las violencias que periodistas enfrentan. “El simple hecho de que los varones tengan su club al que no entran las mujeres, ya es una violencia legitimada”, consideró.

Mariana Chávez Castañeda, coordinadora de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo, expresó: “La investigación y la docencia me permitieron seguir cuestionando las estructuras desde la formación de nuevos periodistas". Resaltó que el aula también puede ser un espacio de resistencia y reconstrucción del oficio.

Por su parte Jovana Espinosa Orta, periodista con trayectoria en radio y televisión, manifestó: “Las mujeres tenemos riesgos mayores que los hombres, por el simple hecho de salir a la calle”.

Explicó que el periodismo de calle representa un doble reto: enfrentar la inseguridad y, al mismo tiempo, la desconfianza o el acoso por parte de colegas y fuentes. “A veces somos la carne de cañón, las primeras en la primera fila, pero las pocas que obtienen un reconocimiento posterior”, afirmó.

Para Diana González Pozos, el problema no es solo la exclusión, sino la simulación de inclusión. “Sí podemos estar (...) si cumples ciertas características y te sumas a las reglas no escritas”, señaló.

“Poco a poco vamos impregnando nuestra personalidad y ganando espacios", concluyó.