Banda de Iztapalapa que toca cumbias inspiró novela “La hija cubana de Mick Jagger”
- Cupi UAQ
- hace 5 días
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Novela más reciente de caricaturista Patricio Ortiz “se asemeja a un chiste de la vida, como un pastelazo invisible”, expresó Fernando Rivera Calderón durante presentación del libro
Texto y fotos: Natalia Gutiérrez
Ciudad de México (CDMX).- “Los Talibanes del Ritmo”, banda musical conformada por jóvenes de Iztapalapa que tocaban cumbias, inspiraron la novela “La hija cubana de Mick Jagger”, obra más reciente del escritor y caricaturista Patricio Ortiz, presentada el sábado 27 de septiembre en la Librería del Fondo de Cultura Económica (FCE).
Ubicada al sur de la capital del país, la librería “Octavio Paz” del FCE fue la sede donde Patricio presentó su libro, en compañía del también escritor Fernando Rivera Calderón y Eduardo Limón.
El autor de “La hija cubana de Mick Jagger” destacó que tenía mucho tiempo queriendo escribir otra novela y que la idea principal al decidirse a escribir fue la gira de “los Talibanes del Ritmo” por Cuba. Sin embargo, mientras escribía sus personajes tomaron vida propia y terminaron escribiendo una historia muy distinta.
Ortiz relató que le sucedieron muchas cosas y se vio en situaciones que luego plasmó en la novela, que llegó un punto en el que mientras escribía era como si la vida le mandará señales de a dónde debía dirigirse con su novela y que no sabía qué iba a pasar.
“Era como un niño en Navidad, todos los días me sentaba a escribir para enterarme de lo que iba a pasar con ellos”, expresó Patricio, caricaturista que ha colaborado en la revista “El Chamuco” y varios periódicos, al referirse a periodistas protagonistas de su historia.
Fernando Rivera Calderón, amigo y colega caricaturista del autor, comentó la novela y afirmó que al leer la obra se siente como una road movie, con el autodescubrimiento y la aventura del proceso que dibuja un panorama esperanzador.
“Es una novela que se asemeja a un chiste de la vida, como un pastelazo invisible”, dijo entre risas.
Un detalle que sin duda sorprendió a los presentes fue cuando, al responder una pregunta del público, Patricio reveló que nunca ha estado en Cuba, donde se ambienta la novela, sino que la recorrió por vídeos de YouTube y luego la prima de un amigo caricaturista que reside en La Habana le ayudó con los detalles por medio de llamadas telefónicas.
Afirmó que aunque nunca ha estado presencialmente ahí, le puso ahínco a la investigación de los lugares, y aseguró que para ser creíble la narración tiene que ser lo más verosímil posible.
Ante otro de los cuestionamientos esta vez sobre su carrera, dijo que le da tiempo a todo y así será en el futuro, para mantenerse fresco y orgánico, que será “monero y novelero, ahí campechaneando” ya que le gusta ir de la síntesis que exige la caricatura a explayarse en las novelas.
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