Mujeres afrontan movilidad como un desafío más de desigualdad
- Cupi UAQ
- 2 jul
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Actualizado: 1 ago
Cuando la ciudad no protege, mujeres y personas peatonas pagan el precio de las calles de Querétaro, además la Legislatura no armoniza la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial
Texto y fotos: Ximena Loyda
Infografías: Mario Ortega
Las calles de Querétaro, que deberían ser espacios seguros y accesibles para todos, representan un peligro constante para mujeres, infancias, adultos mayores y personas con discapacidad.
La falta de infraestructura adecuada, el diseño urbano centrado en el automóvil y la ausencia de voluntad política han generado una crisis silenciosa que cobra vidas, limita la autonomía y vulnera derechos fundamentales.
La ciudad no es neutra
Mujeres y hombres no se mueven igual en el espacio colectivo, en realidad las ciudades están diseñadas para los hombres.
Las mujeres, por el contrario, tienen que asignarse labores del cuidad; hay mujeres que tienen que llevar a las infancias a las escuelas, a adultos mayores o a parientes a veces enfermos a consulta médicas o simplemente moverse para llegar a cualquiera de sus responsabilidades.
Paloma Concha, activista del colectivo Ehya y madre, relata que: “Si la niña se siente mal, ya no puedes hacer tu trayecto. Es ir al doctor, buscar medicina, regresar a casa. Todo son trayectos dentro de trayectos”. La movilidad es también una carga emocional, física y económica.
La ciudad tampoco trata igual a mujeres y hombres. Las mujeres, por lo general, realizan más viajes al día y transportan cargas: compras, carriolas, niñas y niños. “Los varones no cargamos más que una mochila. Las mujeres, todo lo demás”, explica Sergio Olvera, vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad.
“Entonces es muy diferente la movilidad, y eso lo vemos sobre todo aquí en Querétaro, las banquetas son muy estrechas en el centro de la ciudad…y eso complica sobre todo la movilidad de las mujeres, que ya si cargas una bolsa, ya eso es una extensión más de espacio de desplazamiento.
“No digamos si tienes un par de niños o niñas, tienes que poner uno al lado del otro, en las banquetas estrechas”, aseguró Sergio Olvera.
En 2023 hubo 229 colisiones con peatones, reporta el INEGI
En 2024, se registraron en Querétaro 19 personas lesionadas y una fallecida por atropellamientos. Hasta abril del 2025 se tiene el registro de 9 lesionadas y 3 fallecidas, según la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ).
Sin embargo, estas cifras son una parte de la realidad. Hay incidentes no se reportan. "Si no hay sangre, no se registra. Aunque uno termine en el hospital con collarín, lo anotan como leve", denuncia Sergio Olvera.
El INEGI reportó en 2023: 93 accidentes de tránsito con peatones, 150 fatales, mil 103 no fatales, 8 mil 54 de solo daños, 229 colisiones con peatones y 94 con ciclistas.
La falta de sistemas de datos confiables y abiertos es una de las principales barreras para abordar el problema. Sergio Olvera asegura que hay una persona fallecida por un siniestro de tránsito en promedio al día.
El problema con el registro de los siniestros viales es un porcentaje de los casos no son registrados.
La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial tiene un apartado con ese tema y debieran ser abiertos y compartidos, pero en muchas ocasiones no se registra.
Sergio Olvera asegura que no son accidentes, ya que son algo que no se puede controlar, y estas situaciones son previsibles con una buena infraestructura.
“Lo que hay en las calles no son accidentes, pero estadísticamente, ¿cuántos cruces habría en la ciudad? Que no haya atropellos…pero hablando de medios de comunicación, si no se presenta, de lo que no se habla, no existe”.
Por un lado, Paloma Concha, activista de movilidad por parte del colectivo Ehya, manifiesta que los hombres son los que sufren más atropellamientos. Considera que las mujeres son mucho más precavidas al momento de desplazarse. Lo que coincide con los datos estadísticos tanto de INEGI como de la Agencia de Movilidad del estado.
Sin embargo, Sergio Olvera asegura que estadísticamente hay más elementos de alguna variable y más probabilidad de ocurrencia a que las mujeres sean más atropelladas debido a que pasan más tiempo caminando y sus rutas son más variadas a diferencia del transito de un hombre.
Además, a pesar de lo que se puede ver en los medios de comunicación de lo que va en el año, Sergio Olvera asegura que es estadísticamente improbable que sean las unidades de Qrobús quienes ocasionan más de estos siniestros viales. El problema es que estos no son registrados.
Acoso callejero: el miedo de caminar sola
Los testimonios de mujeres que transitan la ciudad dejan claro que el acoso es una experiencia común. Desde insinuaciones verbales hasta intentos de secuestro, las historias se repiten.
"Una vez que iba a la prepa a las 6 de la mañana, una persona en taxi se bajó y me abrió la puerta para que me subiera. Yo toqué una puerta cercana y se fue", relata Alejandrina Chaire Ruíz, activista por las personas de talla baja y con discapacidad.
El miedo no es infundado. Las mujeres desarrollan estrategias para protegerse: cambiar de ruta, fingir llamadas o tocar puertas. Como señala Alejandrina: "Gracias a Dios no me ha pasado algo grave, pero sí me han acosado. Yo simulo que toco una puerta y se van". El espacio público no se vive igual siendo mujer.
“Mi mamá es la que luego tiene esas ideas de que si voy sola en la noche un hombre me puede llevar cargando y yo no podría defenderme; pero gracias a Dios hasta eso no ha sucedido y en ese sentido mi transitar ha sido bueno. También ha habido personas que me acosan hombres, pero yo lo que hago es evitarlos” aseguró Alejandrina.
No es cuestión de cultura, sino de infraestructura
La infraestructura urbana en Querétaro no contempla la diversidad de cuerpos ni la pluralidad de formas de movilidad. Banquetas angostas, rampas mal diseñadas, falta de barandales y semáforos con tiempos insuficientes son parte del panorama.
“Una ciudad pensada para gente con movilidad perfecta. Y no es así. Hay niños, ancianos, personas con discapacidad”, menciona Paloma Concha.
Los puentes “antipeatonales”, en lugar de facilitar el cruce, se han vuelto trampas. "Son resbalosos, largos y peligrosos. Parecen diseñados para que el peatón se rinda", afirma la integrante del colectivo Ehya.
En un caso documentado por el Observatorio de Movilidad, un cruce que podría resolverse con 30 metros a nivel de calle, se convierte en 255 metros por puente, lo que se traduce a 8.5 veces más largo el recorrido.
“La verdad es que no tendríamos por qué tener que incrementar por tantos metros el cruce de una calle para que los autos no se detengan”, aseguró Paloma Concha.
La ciudad de Querétaro sigue priorizando la comodidad de los automóviles y su velocidad. Es por eso que incluso los cruces a nivel de la calle se vuelven otro reto para las personas peatonas, pues los semáforos no están adecuados al paso de todas.
Alejandrina Chaire menciona que el tiempo de estos no está pensado para las personas de tercera edad, infancias o personas con alguna discapacidad.
“Incluso cuando no sirven los semáforos, han estado personas de Movilidad y me dicen que no corra, pero es que, si no voy a mi paso rápido, no alcanzo a cruzar todo lo que es una avenida como Constituyentes y Zaragoza. Entonces también las avenidas son muy extensas para caminarlas”
A esto hay que considerar el factor de que no todos los autos respetan los cruces, lo que ocasiona gran parte de los siniestros viales. El discurso oficial atribuye esto a la falta de cultura vial, a lo que Sergio Olvera se opone, argumentando que no es cuestión de cultura, sino de infraestructura.
“Las calles deben de ser autoexplicativas, esto es que su función esté dada por la misma infraestructura. Si hay un bolardo o un poste ahí, eso dice no te estaciones, y la gente no se estaciona. Entonces, si la infraestructura lo permite, pues ahí está.”
En ese sentido, explica que la infraestructura debe estar planeada para prever los siniestros viales. A lo que también critica: “pintura no es infraestructura”, haciendo referencia a las nuevas ciclovías de Avenida 5 de Febrero. “Una línea verde pintada en el pavimento o un letrero que dice en la calle una bicicleta no impide que me accidente.”
Del mismo modo, las banquetas, pensadas para las personas peatonas, son un impedimento más para la movilidad. Son angostas y se tiene que esquivar el equipamiento urbano; donde no es posible caminar ni en “fila india”, por lo que alguien tiene que terminar caminando en el arroyo vehicular.
“La verdad es que antes yo acostumbraba a caminar mucho con mis brazos así abiertos para caminar rápido, lo más que se pudiera. Y ahora lo que hago es caminar más lento y hacerme de lado”, comenta Alejandra Chaire.
Desconexión con la movilidad
A pesar de los foros, denuncias y propuestas ciudadanas, las autoridades siguen sin implementar cambios reales. "No hay voluntad política. Se hacen foros y luego hacen lo que ya tenían planeado", relatan activista del colectivo Ehya. Ejemplo de esto es el caso de “Paseo 5 de Febrero”, donde, a pesar de las advertencias, se construyeron pasos elevados que priorizan a los autos.
“No usan el transporte público. El gobernador se mueve en helicóptero. ¿Cómo van a entender la ciudad si no la caminan?”, critica. Muchos activistas se involucraron en estos temas tras sufrir pérdidas personales: hijos, hermanas o amigos atropellados. “Yo también era cochista. Solo me interesé cuando atropellaron a mi primo en bicicleta”, confiesa Sergio Olvera.
Lo que hace falta
La ciudadanía tiene claro lo que se necesita: más y mejores rampas, Barandales y pasamanos a doble altura, tiempo suficiente en semáforos, transporte público accesible, iluminación en ambas aceras, señalética visible para personas de talla baja y con discapacidad, así como eliminar puentes “antipeatonales”.
Sin embargo, lo que se tiene más presente es la ausencia de interés por parte de las autoridades. Desde el año 2013, diversas organizaciones en México han trabajado para que el derecho a la movilidad sea reconocido como parte de los Derechos Humanos en toda la República.
El 26 de marzo de 2024 exhortaron desde el Senado a Congresos locales a homologar sus leyes en materia de movilidad y seguridad vial. Y en abril la SEDATU publica la NOM-004-SEDATU-2023 en el Diario Oficial de la Federación.
“Hasta que haya interés, lo van a hacer, y honestamente no lo hay. A nivel federal tendría que haber consecuencias (…) ¿por qué no hay consecuencias desde lo federal por no implementar cosas que se tienen que implementar?”, se pregunta Paloma Concha.
“Es como estar con un niño berrinchudo de tres años. A ver, ya sabes lo que tienes que hacer. ¿Por qué no lo haces? Entonces, más bien habría que preguntarse a quién está beneficiando que no se armonice”, denuncia la activista y madre.
A lo que Alejandrina Chaire expone que un delegado para deslindarse del compromiso, hizo que algunas personas firmaran el hecho de que no querían su banqueta amplia porque querían tener su auto estacionado en la zona del centro de la ciudad.
Lo que las y el experto coinciden es que existe una desconexión de la realidad por parte de las autoridades, ya que estas en realidad no se movilizan como el resto de la población. “Por ejemplo, tenemos un gobernador que se mueve en helicóptero, entonces a él mucho menos le interesa”, argumenta Paloma Concha.
“Una maniobra de alto riesgo”
Lejos de promover una ciudad caminable, muchas vialidades se han convertido en zonas intransitables que ponen en riesgo la vida.
Un ejemplo es la entrada a la carretera a Tlacote, sobre avenida 5 de febrero, donde no solo el tránsito vehicular es complicado, sino que tampoco existen espacios seguros para cruzar a pie. Las personas terminan atravesando áreas verdes, sorteando autos y semáforos descoordinados, muchas veces cruzando en diagonal entre paradas de transporte público sin saber de dónde vendrán los vehículos.
Otras zonas críticas son los accesos 3 y 4 a la Zona Industrial, donde prácticamente no hay banquetas, solo guarniciones mínimas. Bernardo Quintana, vialidad principal y conectora de varias colonias, también es un desafío: intentar caminar desde Arboledas hasta el HEB es “suicidio”, asegura Paola Concha, ya que no existen pasos seguros ni espacios adecuados.
Del mismo modo, explica que intentar subir caminando de Galerías hacia Lomas de Casablanca tampoco es opción: el puente vehicular carece de condiciones para el paso peatonal, lo que obliga a las personas a desplazarse entre autos.
Los cruces más peligrosos, según la Coalición por la Movilidad Segura y colectivos ciudadanos, incluyen: Los Arcos y Bernardo Quintana (el más riesgoso a consideración de Sergio Olvera), Tecnológico, Zaragoza, Corregidora y Pasteur.
Todos estos presentan un patrón: semáforos que dan paso a peatones simultáneamente con vehículos que circulan a alta velocidad, sin condiciones de seguridad.
Norte de capital, otro campo de batalla para mejorar movilidad
En la zona norte de la ciudad, la situación no mejora. Por la delegación Epigmenio González, en cruces como Tlaloc y Paseo de la Constitución (cerca de la Prepa Norte), o bajando hacia la tienda “Soriana” de Bernardo Quintana y el Office Depot, cruzar más de dos carriles se vuelve “una maniobra de alto riesgo”, destaca el vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad.
Además, las ciclovías —que deberían ser espacios seguros— también presentan problemas. La de Avenida Universidad, por ejemplo, ha sido señalada por inseguridad, especialmente durante la noche, donde se han reportado asaltos.
A pesar de los múltiples reportes entregados a las autoridades municipales —incluidos los exalcaldes Luis Bernardo Nava y el actual presidente Felipe Fernando Macías—, las soluciones no llegan. La falta de respuesta institucional agrava la situación.
Caminar en Querétaro no debería ser un acto de supervivencia. Se necesita voluntad política, infraestructura y prioridad al peatón para recuperar el derecho a caminar con seguridad por la ciudad.
Querétaro no defiende la vida
Querétaro necesita con urgencia una transformación profunda en su diseño urbano. Caminar no debe ser un acto de valentía. Como sintetiza una Paloma Concha: “En política no hay consecuencias por el trabajo mal hecho. Y eso cuesta vidas”.
La ciudad debe dejar de privilegiar al automóvil para convertirse en un espacio habitable y digno para todas las personas. Porque una ciudad caminable es una ciudad más justa, más equitativa y más humana.
“Es curioso porque el partido que domina aquí en Querétaro dice defender la vida. Pues, no, no la están defendiendo”, concluye Sergio Olvera.
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